Y al afirmarlo, me siento una hipócrita.
Seguramente yo estoy llena de prejuicios que todavía no sé que tengo, eso es casi una obviedad. Tuve muchos que pude desarmar, y trato de rastrear los que aún no salieron a la luz. Sin embargo no entiendo los prejuicios, o sea, los juicios previos, que son un acto de sentencia anterior al crimen o algo así.
Un prejuicio es una opinión estandarizada y generalizante de cosas o gente a los que se encasilla desde la ignorancia y el desconocimiento.
Visto así, creo que nadie puede entender los prejuicios, pero si hay algo más incomprensible que esta injusticia contra las cosas o gente indefensa y sentenciada, es el individuo que se enorgullece, justifica y proclama sus prejuicios con el pecho henchido de orgullo, ese sí que es un papa frita importante.
Ese abre el discurso legitimando los motivos de su juicio y ensalzando lo bueno de saber que es ley general que se aplica a todos los que enmarca en ese rotulo.
¡Que actitud flojita! Y cuanto nos perdemos por actuar así…
En fin…. No los entiendo, y espero poder descubrir y combatir los prejuicios que me habiten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario