“Con una mueca feroz,
chorreando sangre y baba, el hombre lobo
separa las mandíbulas y desnuda sus colmillos
amarillos. Un curioso zumbido
perfora el aire. El hombre lobo tiene miedo. El
dentista también”.
Sé que somos
muchos los que no podemos controlar el pavor frente a la situación y tenemos
razón, es sumamente medieval. Me aterra.
Sucede que la escena es completamente vertiginosa;
Recostarse como si fuera en una reposera para que en pocos minutos te baje una
luz sobre el rostro y una o dos personas se asomen a tu boca con elementos
cortopunzantes y “electrodomésticos”.
Lo que sigue es variadito, pero seguro incluye escupir
partes de dientes con sangre y baba, ver ojos que nos miran sin mirarnos,
tratar de responder alguna pregunta con todo ese circo en la boca, tolerar
forcejeos propios de un gabinete de tortura clandestino y babear
desagradablemente con los ojos hinchados de lágrimas.
Ciertamente
no entiendo como nadie invento un método más moderno, menos invasivo y más
efectivo de desarrollar la odontología y todavía espero anuncios como este;
“La
revolución odontológica está aquí;
-Jugo
removedor de caries
En sus tres
variedades, pera, sandia y mango. Acompañar las comidas con un vasito de este
jugo elimina las caries existentes, debiendo recurrir luego de un mes de
tratamiento a su odontólogo amigo para rellenar el espacio resultante, ya libre
del agente infeccioso.
-Chicles
extractores de muelas (8 unidades)
Su efecto
analgésico, evita dolores, mientras sus componentes estimulan el
desprendimiento de la pieza de la mandíbula de manera paulatina. Al cabo de una
semana de masticación de los siete chicles azules, la muela defectuosa se habrá
ablandado lo suficiente, como para proceder (en su casa, relajado) a la
masticación del chicle verde, por aproximadamente dos horas, obteniendo como
resultado el desprendimiento de la pieza con el cual el proceso culmina. No
olvide consultar a su odontólogo para confirmar la óptima remoción del molar.
-Masajeador
de encías para enderezar dientes
Solo apoyar
el masajeador sobre las encías generando movimientos circulares durante veinte
minutos cada noche en la zona donde los dientes no cumplen con la disposición
deseada contribuye a estimular la reacomodación de las piezas en la cavidad
bucal de manera placentera”.
Esta publicación forma parte del proyecto “30 días deescribirme”, propuesto por el blog escribir.me (todos invitados a jugar!)
Día
10: escribí el anuncio de un producto o servicio que te gustaría que existiera
Otra cosa que hubiera querido que exista, pero parece que ya
se inventó;
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