Todos en algún momento quedamos sorprendidos por las abismales
diferencias culturales entre oriente y occidente. En verdad, tenemos formas muy
distintas de pensar algunas cuestiones. Siempre nos llama la atención la forma en que se visten los asiáticos, pero sería un posteo muy largo si tuviéramos que incluir la multiplicidad de prendas que combinan y superponen, sólo vamos a hacer referencia a su ropa de playa.
Algo que no deja de sorprenderme, es la manera en la que a ambos lados del mundo se nos ocurrió mostrar
status a partir del color de la piel, aunque exactamente al revés. Así como
para nosotros estar “bronceados” indica una buena posición porque se supone que
tenemos tiempo para estar al sol, para tomar vacaciones en lugares de playa o
para dedicarnos a estar panza arriba, del otro lado del meridiano de Greenwich
es absolutamente al revés, si tu piel es más blanca, da cuenta de que no tenes la necesidad de pasar largas jornadas
laborales al sol y eso indica una mejor situación social.
Por supuesto que así
como occidente toma sol en terrazas, ventanas de oficinas y patios de escuelas
para no perderse un solo rayito y lograr el color que hay que tener, o usa autobronceantes y va a máquinas cancerígenas para cambian de color, oriente va
a lugares con sol y evita por todos los medios que queden evidencias de eso en
su dermis.
Muchas son las formas, desde cremas blanqueadoras disponibles en
todos los kioscos hasta cubrirse con sombrillas para caminar por la ciudad. Aquí,
un ejemplo de cómo protegerse del sol.
Es sólo un ejemplo, las artimañas para huir del sol son tan variadas como graciosas, para hombres y para mujeres. Se venden todo tipo de cosméticos, guantes largos hasta los hombros, máscaras para cubrir el rostro e infinidad de viseras, gorros, sombrillas y parafernalia protectora para evitar el encuentro con Febo. La piel oscura remite a la clase baja y nadie quiere estar asociado a eso.
Otra cosa muy interesante de algunos lugares de “por allá”
es que la religión (además de las ganas de marcar status) les indica que deben
estar cubiertos, por lo que los atuendos de playa en regiones con población musulmana
lucen más o menos así
Y la pluralidad de indumentaria acuática es verdaderamente
amplia...
Por último, también existe entre las mujeres musulmanas una
imposibilidad de practicar deportes (no está prohibido, pero está mal visto y les genera cierto rechazo de su comunidad), esto hace que muchas le tengan terror al
agua y nos encontremos con grupos de nadadores de orilla, equipados como para
sobrevivir a mar abierto (con chaleco y a los gritos en una playa en la que el mar
no les cubre las rodillas)
Sé que la imagen no tiene sonido, pero créanme, estaban muy asustadas de estar en el agua, y muchos optaron por quedarse en la arena.
En fin... no entiendo la ropa de playa en un lugar que presume las aguas más hermosas y las playas más bellas de todo el mundo.
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