Hola… aquí reportando desde el año 2017; creemos (no estamos
seguros) que el hombre llego a la luna, nos comunicamos de manera inalámbrica a
lo largo y ancho del globo terráqueo, podemos sobrevivir a cientos de
enfermedades otrora calificadas de letales peeeeeero, queridos compañeros de la
especie humana, todavía nos parece que nuestro futuro y sus peripecias se pueden basar en que un felinito
de color oscuro se cruce en nuestro paso.
Ah, sí! En los tiempos que corren y con los avances de la
ciencia tradicional, las ciencias paralelas y las miles de revelaciones de todo
tipo que nos circunvalan, siguen existiendo seres humanos que están dispuestos
a responsabilizar a los gatos negros de la mala suerte de uno o más días.
Genial. Estamos listos.
Mala suerte, ya que exista tal cosa es raro, pero asociarla
a un pobre gato que no tiene ni la menor idea de cómo hacer para abrir una
puerta, y mucho menos aún para arruinar tu vida (que, por cierto, seguramente
le interesa bastante poco), es impresionante.
Parece que todavía pesan los argumentos de la Iglesia Católica
en la Edad Media (por los que la mismisima iglesia ya se disculpó… y admitió su error),
cuando en la inquisición de finales del siglo XII se combatió la herejía y la
brujería. Fue en aquella época que se empezó a considerar al gato como un
animal sospechoso de confabular contra las autoridades y su imagen comenzó a
ser relacionada a la brujería y la maldad. A partir de estas falsas creencias
aparecieron muchas leyendas en las que se intentaba hacer creer que los gatos
eran, en realidad, brujas camufladas. El color negro, además, ha sido un color
que en muchas culturas se ha vinculado a lo misterioso, lo oculto, el lado
oscuro… Por ello, en seguida esta relación de temor a los gatos se vinculó
especialmente a los gatos negros.
La ciencia por su parte, no ayuda a desmitificar; un grupo
de científicos le puso fichas en contra a los gatos negros, porque dicen haber descubierto que producen más
cantidad de una sustancia en su piel, su saliva y sus glándulas sebáceas (la
proteína fel d1), que causa los síntomas de la alergia y provocan más estornudos
y problemas respiratorios a los pacientes con alergia que los gatos de color
claro.
Crease o no, el mundo sigue girando y los gatos negros aun
preocupan a los moradores de este incomprensible planeta.
No entiendo la gilada de discriminar al gato negro…
realmente no me cabe en la cabeza.
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