No entiendo los corazones rotos




No entiendo los corazones rotos….

… pero tengo uno en la cuadra de mi casa, 
...y no entiendo como nadie lo ve.


 Cada vez que vengo caminando, levanto la mirada y me saca una sonrisa. No puedo dejar de imaginármelo esperando a alguien que si va a venir. Sonrío porque lo veo roto, pero con final feliz. No creo que esté esperando algo para toda la vida. Más bien creo que su amor no correspondido se compensa con la alegría que le genera cuando ve pasar a su otra mitad. Imagino que pasa cada tanto y eso le alegra, imagino que hay algún vínculo, pero quizás solo le alcance con el contacto visual. No creo que sea algo muy reciente, porque está roto, pero cicatrizado, tiene bien erosionadas las aristas de la herida, como algo que ya entendió y aunque duela, está asumido.
No sé si la otra parte sabe de su existencia, o de su desazón, si está en pareja o no… no sé nada de quien tiene así a este medio corazón. No sé si espera a alguien femenino o masculino, animal, vegetal o mineral. No sé nada y no le puedo preguntar.


Esta publicación forma parte del proyecto “30 días de escribirme”, propuesto por el blog escribir.me (todos invitados a jugar!) 
Día 18: escribí acerca de la vez que rompiste un corazón / un hueso / una ley / una promesa
En este caso, me tomé  una super licencia para hacer cualquier cosa con la consigna de hoy, porque no recuerdo haber roto nada de eso.


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