No entiendo el Mamboretá



Hay muchos bichos que no entiendo. Ya  escribí sobre algunos como el bicho bolita (leer aqui) y el mosquito (leer aqui), hoy le toca el turno a las cosas que no entiendo del Mamboretá.

Lo primero que quiero decir es que me parece una caricatura de sí mismo. Si no lo hubiera visto en vivo, creería  que las imágenes exageran o deforman la verosimilitud de la silueta de este amiguito; La cabeza chiquita, las patas desproporcionadas, el color brillante, como si Disney lo hubiera garabateado en su estudio, como si la mitología lo hubiera engendrado mixando partes de otros bichos. Tienen alas bien desarrolladas, que usan bastante poco y parecen extraterrestres exiliados de algún libro de ciencia ficción.


Cuando camina, se apoya en sus cuatro patas de atrás y las de adelante quedan unidas entre sí, casi en posición de orar, lo que le vale el nombre de “mantis religiosa”, aunque también se lo conoce como “tatadiós”, “santateresa”, o “alabador de Dios”, por esta similitud de su postura con la pose del rezo.

Hasta acá, seguro las novedades son muchas, pero como me parecía fisiológicamente gracioso, hice una lecturita apresurada de sus características más generales para informarme un poco y aprender algo más, entonces, aprecio la revelación… ¡poco tienen de graciosos! 
Además de los nombres religiosos que ya citamos, tiene nombres asociados a su título de "insecto más salvaje del mundo"; madre víbora, matacaballo, muerte, caballito del diablo o mula del diablo, cerbatana...

Su cabeza gira 180º y es un triángulo con dos ojos enormes “compuestos”  y tres ojos “sencillos”, garantizándole el campo visual que un cazador de su talla merece tener. En cuanto a orejas, es el único animal conocido que tiene una sola y la tiene en el torax, bastante original.

Artrópodo, ovíparo, carnívoro y caníbal. En detalle:
Artrópodo invertebrado dotado de un esqueleto externo. Se trata del pariente más cercano a las cucarachas.
Ovíparos: Cada saco puede albergar entre 200 y 300 huevos, pero sólo unos pocos sobreviven ya que entre ellos impera el canibalismo juvenil, mueren los que tardan en escapar de sus hermanos
Carnívoro: Aguarda a que se aproxime a él un insecto, con la cabeza doblada hacia abajo y hacia dentro, y sus dos poderosas y largas extremidades anteriores plegadas, de tal forma que cuando un insecto se acerca, las estiran y se apoderan de ellos. Cuando cazan tienden a cortar los centros vitales de la víctima devorando cabeza y cuello. Aunque pueden volar, no persiguen a sus presas por el aire, desarrollan alta velocidad de movimiento en la caza. Devoran insectos de su tamaño o menores, y puede comer pájaros o ratas pequeñas, ranas, lagartijas, polillas y colibríes.
Caníbal: La hembra se come al macho en un 40% de los casos antes, durante o después del apareamiento, el primer bocado es la cabeza.


No son venenosos, no atacan a los humanos y su impacto ambiental es altamente positivo, porque controlan la población de algunos insectos, encuentra deliciosos a los mosquitos y las moscas nocivas.

Todo esto y mucho más, contenidos en aproximadamente cuatro a seis centímetros, no sé cómo no es más popular, ¡no entiendo el mamboretá!


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