No entiendo los días de la semana




Nunca entendí los días de la semana, ni de donde salen, ni quien los inventó, ni porque son siete…. No sé... nunca los entendí. No entendía que se llamen como planetas, porque no me cerraba el número de planetas con la cantidad de días ni con la inclusión de otros astros, tampoco veo lógica la proporción de trabajar cinco y descansar dos, no sé de donde sale, y porque todos trabajamos y descansamos  los mismos. Nunca entendí nada de eso, o no entiendo desde cuándo y porque quedó así establecido… pero estoy subida a esta rueda y rodeada de gente que naturaliza la existencia de estos nombres que hablan de los días.


Entonces, la curiosidad me llevo a leer un poquito de historia, y lo cierto es que nombramos a los días de la semana desde hace mucho tiempo (muchísimo, tal vez). La palabra semana, incluso, hace alusión al número siete y parece que no es tan arbitrario. La humanidad descubrió el ciclo solar y midió el tiempo en cantidad de primaveras, más tarde delimitó las cuatro estaciones y por ahí descubrió las fases de la luna; llena, menguante, nueva y creciente, que resulta que duran aproximadamente siete días. Ok, de ahí sale el formato de semana de siete días, aunque varias religiones definen el origen de la semana como el tiempo que tardó Dios en crear los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos (Génesis 1:1 - 2:4).

El origen de los nombres, por su parte, tiene que ver con lo que del cielo veían aquellos; el Sol, la Luna, y los cinco planetas que pueden verse a simple vista: Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno (podemos ver etimologías interesantes en los distintos idiomas que cambian la evocación de deidades grecorromanas por germánicas o toman bíblicamente vocablos hebreos).

Sin embargo, estos ciclos lunares no coinciden estrictamente con los siete días, y el inicio de la semana se relaciona con una convención internacional (si, si… para eso si el planeta se pone de acuerdo) desde 1988, mediante la norma ISO 8601, se indica el orden de los días de la semana. Esta norma establece que la semana comienza el lunes y finaliza el domingo, siendo la reglamentación que se sigue en la inmensa mayoría de los países del mundo (aunque algunos prefieren comenzar el domingo).



¿Para qué nombramos los días? ¿Y les ponemos número? ¿Y los agrupamos en meses? Qué necesidad de andar clasificándolo todo.  Entonces me di cuenta de que por alguna extraña razón había cosas que le quedaban muy bien a algunos días y no muy bien a otros. Por una razón no tan extraña, porque en el fondo, todos estigmatizamos a los días de la semana y les hacemos cumplir nuestros presagios, como a los meses del año, como a las nomenclaturas del horóscopo…. Y así… le hacemos cargo a los miércoles de estar en el medio y a los domingos a la noche los culpamos de la tristeza y a los lunes los llenamos de energía mal querida por el inicio de la rutina y vamos por el mundo preguntando quien es de Aries o de Libra, para achacarle estereotipos que alguien trazó culpando a las estrellas… entonces es pura casualidad… o no… que se yo.



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