Hubo un tiempo no muy lejano en que los mozos... aun los de bares de los suburbios... eran muy impecables.
Nosotros llegamos justo para ver coincidir a la transición.
Estuve en un innoto bar céntrico... había un ejemplar de cada especie... Uno de los que se están extinguiendo y uno de la nueva ola... conviviendo. .. juntos...
Muy distintos... el primero peinaba canas con brillantes zapatos negros... El segundo de cortos cabellos oscuros con zapatillas. El primero con pantalón de vestir negro con los pliegues perfectamente planchados. El segundo con Jeans gastados. Pero lo que más me emocionó del primero... Y que le hacía contrapunto a la remera del segundo... Fue la inmaculada chaquetilla blanca. Tuve la sensación de que ese hombre llevaba hasta esa edad tanto la chaquetilla como el oficio, con increíble orgullo. Me encantó el paisaje humano de aquel contraste.
No entiendo cuando cambiaron las reglas del juego... Ni tomo partido por alguno de los estilos... Pero me parece hermoso ver el amor a la tarea expresado en la indumentaria de los trabajadores.
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