Querida gente del futuro:
Si están leyendo este mensaje, es
porque la raza humana no se ha destruido, o porque otra especie decodificó la
escritura humana.
Aprovecho para contarles un poquito algunos errores nuestros, porque dicen que la historia es cíclica y estaría bueno que se ahorren estas incomodidades que estamos atravesando como sociedad. Acá en el año 2016 y desde hace muchos años, estamos todos
muy preocupados por los problemas del mundo y nos pasamos la vida dándole vueltas
a las mismas preguntas. Tenemos problemas de unidad, de solidaridad, de
compañerismo y de empatía. No nos explicamos de donde salen, simplemente suceden.
El racismo y la violencia simbólica en todas sus formas nos torturan y no la
podemos detener.
No sabemos encontrarnos con el otro.
Nos da miedo la gente, y somos gente. La culpa de todo la tiene un célebre
mantra que se hereda desde hace muchas generaciones en el que cada mamá le
repite a su hijo “no hables con extraños”. Tenemos muchos problemas por seguir
ese consejo inventado por alguien que no entendía nada de la vida y decidió
extender su doctrina. Nos aterra la Otredad. Todos los que no sé cómo se llaman
son peligrosos. Esto está íntimamente vinculado con la apología del aislamiento
tan común en nuestros días.
¿Por qué se ocupan primero los
asientos individuales del colectivo? ¿Por qué van las personas escuchando música
en su burbuja? ¿Por qué prefieren perderse a preguntar una dirección? ¿Por qué dejar
un asiento vacio entre la persona que ya está y la que llega a un teatro, una
sala de espera, un cine? ¿Por qué estar siempre pendiente de que el otro no
esté cerca? Porque no sabemos convivir.
Desconfío de la gente que no habla
con extraños, porque todos los amigos son extraños antes de ser familia. Desconfío
de la continuidad de la especie en medio de la atomización que nos sacude y no
entiendo a los que no hablan con extraños.
Si en el futuro alguien da con estar
garabateadas letras, quiero decirles que se hablen, que se miren, que se
abracen con fulanos, que se den la oportunidad de charlar en la fila del
supermercado, reír a carcajadas con el taxista, conocer gente en una plaza, y dejar, permitir y fomentar que sus hijos hablen con extraños, porque las
precauciones nos asustan y nos perdemos muchas cosas lindas.
Esta publicación forma parte del proyecto “30 díasdeescribirme”, propuesto por el blog escribir.me (todos invitados a jugar!)
Día
28: estás preparando una cápsula del tiempo para enterrar en el jardín. La van
a desenterrar en 500 años. Escribí una carta explicando cómo es la vida hoy.
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