Y menos aun a la gente que disfruta recibir flores.
“¿Qué representan las flores? Acaso son más que una porción de vegetal condenado a muerte por haber sido arrancado de su fuente de vida?”
Esto decía una reflexión que una vez puse en papel (nunca entendí a la gente que se autocita… es bastante patético… no lo voy a hacer más). No se porque la gente no puede ver las cosas lindas en el contexto en el que son lindas, y necesita arrancar, enjaular y mutilar para intentar que esa belleza les pertenezca, cuando no es posible… la flor no es igual de bella lejos de la planta, el pájaro no canta lindo si está en una jaula, los delfines no son felices saltando para el público. Cada cosa en su lugar. Las flores son parte de una planta, conectada a la tierra y solo ahí son bellas. Arrancadas, solo pueden ser tristes. Es una cuestión lo suficientemente paradójica como para evaluar al momento de pensar en un ramo de novia. Siempre tuve el mismo pensamiento acerca de las flores cortadas, pero cuando me estaba por casar, lo escribí. Transcribo;
¿Qué representan las flores? Acaso son más que una porción de vegetal condenado a muerte por haber sido arrancado de su fuente de vida?
Yo no quiero que eso signifique mi boda.
Yo quiero un ramo de mariposas
La mariposa representa la metamorfosis, la transformación. El paso de un ser a otra forma de vida del mismo ser.
El gusano deja de arrastrarse y adquiere la facultad de volar. Cambia su forma de vida, su casa, cambia su entorno y deja el suelo para buscar el cielo. Bate sus alas y emprende el vuelo. Enfrenta el aire y ve a su lugar de origen con otra perspectiva. Vuelve al suelo cada tanto, sabiendo que tiene el cielo a su alcance.
Eso es lo que quiero que represente el día de mi boda. Ese es el símbolo que resume ese momento.
Yo quiero un ramo de mariposas.
Y lo tuve.
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