No entiendo la letra "Q"
Es una letra
muy especial…
Es la única
que nunca está sola.
Donde ella
va siempre hay una U.
Además no se
junta con cualquiera, para producir sonido, solo acepta la E o la I.
En el idioma español, solo
funciona con dos de las cinco vocales y con la pretensión de ser ayudada por la
U... Claramente
es una letra que trabaja muy bien en equipo, pero carece de autonomía. También es
una letra preguntona, casi todas las palabras que se usan para preguntar la
necesitan.
Y así, como
no la entendía, me puse a jugar con ella… aquí van algunos resultados
(actividad válida para tardes de lluvia junto a la ventana)
La misma letra los invita a jugar este juego.. ¿Quien quiere? Quizás quieras... |
La peluquera
en el parque quiebra croquetas con la raqueta chiquita y después se maquilla con
un líquido químico. En cada quincena, alquila un quincho al que va quebrantada y quejumbrosa, con su quirquincho, y allí quietamente queman la quena en una quijotesca hazaña que quienquiera puede
hacer quinientas veces.
¿Quebradizo?,
poco importa cuando la quebradora hace la quebradura así de quebrajosa que no te deja quebrantar, porque
evitar el quejido es una quijotería que
quiero querer en mi paquetería.
Los
mosquitos de la esquina hacen cosquillas e inquietaron al chiquillo quisquilloso
que quiebra galletas untando mantequilla hasta que alguno lo pique y lloriquee.
El arquitecto busca el parquímetro, quisiera que no aparquen allí, pero su hija
chiquita está inquieta y quejosamente quiere de esas croquetas
enmantequilladas.
¿Qué quiere
un esquimal en el bosque? Presenta el tiquet y se quita la tranquera, aparecen quilómetros
para esquiar, lejos de casa es su quincenal quitapesares. Pero un quebracho quemado
en medio de la esquiada le quiebra la quijada y el pequeño esquimal queda
quieto y quejilloso. En el quirófano querellante
se resuelve el quilométrico expediente de quebrantadora inquietud.
Un maniquí
vestido de etiqueta, otro pequeñín de cacique y quince de arlequín. Inquieto loquero maquillado en la pequeñez de
una quinta quimérica. Pequeña y maquillada Raquel muy quieta está cumpliendo
años; es la quintaesencia de la quimera.
Empezamos a
quemar panqueques con queso en La Quiaca. Hay un paquete de quesillo de Quito en
aquel anaquel y quilogramos de Quínoa de la Quebrada querida. En Neuquén se quejan
del quinto quiste que quiere quitar un quechua. Quedará quemada la quesería del querido quesero, un quintal de
quinielas quintuplica el quitamanchas…
de La Quiaca a Neuquén… un quiróptero pequeñito enloquece al querubín que saca
de quicio a su quejosa querendona y los quelonios a quemarropa quintuplicaron su
velocidad, olvidando la quietud. Todos quieren blanquear quince quejidos quejosos. Orquesta de quejidos. Mucha química; es un quilombo quincenal. Quinientos químicos en quimono quirúrgico
quebrajan el silencio. Todos por los panqueques de queso quemado por Roque.
¡Que letra especial!
Queda
quejarse de su insolencia y quererla como quizás quiere que quienes la quieran
puedan quererla.
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