Empecemos por decir que si entiendo que para organizar un territorio, necesitamos que sea de un tamaño acotado y que por mas pequeño que sea, siempre va a tener complejidades por la heterogeneidad de sus habitantes... correcto... lo que no puedo entender, como ya me ha pasado con otros temas, es el fanatismo.
Si las nacionalidades son un invento social, cultural, territorial, no veo porque deben mutar en algo identitario y generar sentimientos y pasiones que rara vez se vinculan a accionares positivos... la mayoría de las veces devienen en odio, discriminación y maltrato entre habitantes que se ubican entre lineas imaginarias diferentes y cantan himnos con distintas melodías y visten emblemas de distintos colores... pero todo eso es un invento.
El problema de las nacionalidades es agrupar en un "nosotros" y dejar afuera a un enorme grupo identificado como "los otros", imprimiendo a este vinculo la competencia, la soberbia y las comparaciones que ya todos sabemos que son odiosas.
No sería novedoso ni original hablar de lo poco que entiendo las guerras y creo que ya me expresé acerca de la xenofobia... y es porque me parece incomprensible que siendo todos humanos tengamos problemas de esta naturaleza. No puedo creer que nos genere empatía o rechazo el color de un pasaporte. Y es que sabemos que hay países mimados y países condenados y no tiene ningún sentido esta distinción.
Tengo serios problemas para entender las nacionalidades y más precisamente los nacionalistas radicales, impetuosos, intransigentes y combativos que dejan la vida por su bandera arrancando otras vidas.
Son cosas muy raras las que pasan incluso dentro del "nosotros", ese criterio homogeneizador de diferencias insalvables que se marean en un todo siendo una masa multiforme que solo funciona discursivamente... porque, después de todo, hablar de nacionalidad es simplemente una categoría conceptual, y bastante vacía.
"A veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entre sí"
Italo Calvino. Las ciudades invisibles
No entiendo las nacionalidades, porque los países no existen más que en el relato, son un territorio
elegido por alguien hace mucho tiempo, alguien que nos convenció de ir todos para el mismo lado y sentir que somos
lo mismo… aunque no, porque un país no es su geografía, ni sus dirigentes, ni
sus tradiciones, es un nombre y un arbitrario corte irregular en un mapa
imaginario que se consolida a causa de mucha sangre y hoy ni nos acordamos de
eso, y nos parece muy natural hablar del amor a la nación, aunque no exista.
No entiendo las nacionalidades. Me gustaría que hacia adentro existiera la cohesión que representan y hacia afuera latieran en otra frecuencia con los miembros de nacionalidades diferentes. Creo que el gran tema es la nacionalidad terrícola que no estamos logrando coordinar y ese mega país que no se está sintiendo bien.
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