No entiendo la sala de profesores




La famosa "sala de proferes", ese lugar que en nuestra infancia implicaba misterio y prohibición, que abría un mundo de especulaciones sobre lo que pasaba al cruzar esa puerta. Pasaron los años... y pude estar del otro lado. Nada mágico.

No tengo gran experiencia en esos lugares. Mis recorridos docentes se centran en espacios para adultos y voy de un lugar a otro, sin que pasar a la sala de profesores sea posible, o necesario.
En los pocos reemplazos que hice escuela media (secundaria) y las inevitables visitas que tuve que hacer en ocasión del dictado de talleres en escuelas primarias, he alcanzado la saturación de entender que los peores vicios del estereotipo docente se dan cita en ese recinto lamentable de intercambio profesional.


Entre las temáticas destacadas en los temas de conversación podemos citar;
  • ·         Familia y familia política
  • ·         Clima y su inconveniencia
  • ·         Maternidad y sus cosas feas
  • ·         Los alumnos y su no futuro
  • ·         La directora y su bipolaridad
  • ·         Los otros docentes y su incompetencia
  • ·         Medicamentos; usos e intercambio
  • ·         Vida cotidiana, stress
  • ·         Sí mismas, la mejor versión posible
También las prácticas frecuentes son limitadas y repetitivas, casi como si hubiera un manual estricto de que hacer en esas salitas que congregan repartidores de saberes:
  • ·         Mate-café-te-infusiones varias-generalmente de marcas innotas
  • ·         Ingesta continua, generalmente harinas y grasas
  • ·         Intercambio de catálogos para hacer compras y datos de profesionales (desde médicos hasta carpinteros)
  • ·         Lectura y comentario de material sindical, artículos, licencias…
En verdad, tener a parte del personal docente de una escuela compartimentada y fragmentaria en un solo cuartito podría ser bastante más aprovechado, sin embargo, lo cierto es que son recintos relegados a las peores expresiones del cuerpo docente del correspondiente establecimiento educativo, refugio de catarsis y exhalación, madriguera donde evadir el afuera del espacio escolar ignorando la existencia de los educandos.

No tengo un gran recorrido por estos espacios, pro me da la sensación de que son el lugar en el que la alienación laboral se expresa.


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