Mayo empieza
con uno de los feriados más respetados y universales, mayo se despierta con
ganas de homenajear el trabajo, de honrar la labor cotidiana que muchas veces
nos pesa y muchas otras nos reconforta, pero siempre nos exige.
A mayo le
gusta rendir culto a las pequeñas perlitas de la rutina que no nos habíamos
detenido a mirar.
Mayo quiere
traernos frío para que analicemos si valoramos las tardes de calor que por un
tiempo no van a volver. A mayo el gusta que nos reencontremos con la lluvia y
pongamos atención a los reflejos que hace en el vidrio o a los charcos que
traza en medio de nuestros trayectos…
Mayo invita
a cambiar el menú cotidiano y reencontrarnos con las sopitas, volver a las
ventanas cerradas, a las medias gruesas o la frazada pesada a la hora de
dormir.
En mayo hay
ganas de fiaca.
En algún
momento, mayo evoca la revolución y nos recuerda que necesitamos un cabildo
abierto para saber de qué se trata lo que no nos gusta y proponer un cambio,
una revolución como la de aquel mayo de 1810, como cuando la plaza se llenó de
gente para que el virreinato vaya tendiendo a la patria soberana, mayo nos
invita a dejar de ser colonia, dejar de estar colonizados por la rutina, por el
mercado, por el consumo, por el marketing, por el que dirán, por la vecina, por
la sobrina, por la televisión, por el colesterol, por la nube pasajera o por el
amigo que nos dice como pensar.
Mayo nos dice que podemos ser soberanos de
nosotros mismos.
Mayo sobre el final rinde culto a la infancia, y
celebra los jardines, esos espacios de socialización en donde nuestros chicos
juegan con otros, entienden que el mundo se hace con otros, cantan y se
divierten aprendiendo a vivir en comunidad.
Mayo se sienta en la ronda y nos pide que le leamos
un cuento, nos pasea por la salita y nos sentimos plenos otra vez.
Porque mayo también nos lleva de paseo por la
infancia cuando asoman las mañanas grises del otoño y el despertador suena pero
tenemos muchas ganas de pedirle un ratito más y quedarnos remoloneando como
cuando le pedíamos a mama que nos deje
faltar a la escuela.
No entiendo el mes de mayo... sólo lo transito...
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