No entiendo el verano



Mis quince primeros veranos…


Me acuerdo de un verano que para su cumpleaños mi hermana le pidió a papá que como regalo devuelva el auto que había alquilado para recorrer la isla donde estábamos de vacaciones (se la pasaba perdido, dando vueltas)

Me acuerdo de un verano que como había nacido mi hermanito y no íbamos a viajar, mamá nos anotó en una colonia de vacaciones, con uniforme y todo (para navidad le pedimos que no nos mande más, fue solo un mes en nuestra vida)

Me acuerdo de un verano que decidimos hacer desafíos (mi hermana y yo) y nos fuimos de casa a la peatonal, caminando descalzas, solo porque sonaba divertido

Me acuerdo de un verano que nos fuimos a la Patagonia, siempre fui a la Patagonia en verano, las tres veces.

Me acuerdo de un verano que me desperté y estaba en el piso del patio de mi casa con mi mamá manguereándome, al parecer, el calor me hizo mal mientras dormía, y me llevaron de mi cama al jardín para reanimarme a fuerza de manguera.

Me acuerdo de un verano de mi adolescencia, que me sentaba a bajo de un árbol del club a leerle La Odisea a un grupo espontaneo de cuatro chicos de siete años, con los que compartí toda la temporada de pileta.

Me acuerdo de un verano que arrancaron las clases de patín en enero, el calor del tinglado era increíble, y entendimos porque siempre las clases empezaban después

Me acuerdo de un verano que me invente tarea de vacaciones, porque me parecía importante practicar durante esos meses los contenidos del año anterior

Me acuerdo de un verano que nos mudamos un mes a la casa de fin de semana y ningún  día usamos calzado

Me acuerdo de un verano que con mi hermana inflamos globos de agua y los tiramos de la terraza de nuestra casa de aquel entonces, mojamos mucha gente que se enojó hasta ver lo chiquitas que éramos

Me acuerdo de un verano que íbamos a la pileta las dos solas caminando, eran bastantes cuadras, y sabíamos a qué hora ir a ducharnos y a qué hora salir del club para estar en casa justito para ver la novela de las 19hs; “Alas, poder y pasión”

Me acuerdo de un verano que limpiando la pileta de la casa de fin de semana encontramos una tortuga de agua y la llevamos a vivir a la pileta de lona de casa... sería 1990 más o menos.

Me acuerdo de un verano que me corte el dedo gordo del pie derecho en la pileta del hotel de Brasil, el primer día de las vacaciones

Me acuerdo de un verano que me quede todos los días jugando con la hija del dueño del hotelito donde paramos en la costa. Tendría cuatro años.

Me acuerdo de un verano que viaje en trencito con mis personajes más queridos y atesoro la foto en la que estoy upa de Frutillitas

Me acuerdo de un verano que fuimos a Chile en auto, siendo muy chiquitas, mi hermana y yo, jugando en el asiento trasero durante varios días, yo con mi osita Rosita, ella con su osito Amarillito... en casi toda la cordillera, ella pedía que frenáramos para vomitar.

Me acuerdo de un verano que me fui a Disney sin mi familia, fue mi décimo quinto verano, y los extrañé mucho más de lo que pensaba, me sentí muy rara en eso de estar sin ellos, tomar decisiones y manejarme por mi misma.

Me acuerdo de un verano que el Océano Pacifico me abdujo cuando me acerque a la orilla con el baldecito buscando agua para mi castillo, me sacó el guardavidas, estaba muy asustada

Me acuerdo de un verano que crucé una calle de Paraguay sin mirar y estuve muy cerca de ser aplastada por un colectivo…. Tendría seis años

Me acuerdo de un verano que papá llego a casa con pasajes al Caribe para esa misma semana, no teníamos definidas las vacaciones, habrá sido en 1995

Me acuerdo de un verano que anduve a caballo por primera vez, mi hermanito tendría dos años y también lo subieron sólo a un caballo adulto, fuimos en grupo por la orilla del mar

Me acuerdo de un verano que hice snorkel  a mar abierto, era muy chica y me complicaba un poco ver la cantidad de metros que me separaban del fondo, había tortugas marinas y muchos peces de colores

Me acuerdo de un verano que mi mamá compró una correa para que mi hermanito no se pierda en el aeropuerto si ellos estaban muy distraídos entre trámites, equipaje y nosotras.

Me acuerdo de un verano que me ofrecieron un cigarrillo en la puerta de un restaurante, yo tendría once años y me pareció surrealista. Era Venezuela.

Me acuerdo de un verano que mi abuela nos había comprado vestiditos iguales a mi hermana y a mí, le encantaba hacer eso y salir a presumirnos por su barrio.

Me acuerdo de un verano y me acuerdo de todos los demás, porque en verano estamos más tranquilos, porque los niños suelen no tener agenda, porque el ritmo lo desacelera el calor y las ciudades se desperezan al año que inicia.
Me acuerdo del verano, y no porque me guste el verano, quizás porque me marcan sus momentos, quizás porque se trata de momentos para los que no solemos darnos tiempo en otros fragmentos del almanaque. Los veranos nos avisan que al año vuelve a empezar y las vacaciones hacen que nos llenemos de vivencias nuevas que las vuelven memorables.
Me acuerdo de los veranos, de los viajes, de compartir con mi familia mucho más que durante todo el año, en vacaciones estábamos los cinco juntos todo el día, en casa o por ahí.


Esta publicación forma parte del proyecto “30 días deescribirme”, propuesto por el blog escribir.me (todos invitados a jugar!) 
Día 11: Empezá con “me acuerdo de”


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