No entiendo cuándo empieza el año



Nunca me gustó enero.... es un mes en el que no pasa nada.... No le tengo gran cariño.... es un mes de retorcida inactividad.


Febrero tiene potencial, pero no lo dejan.... hay gente con ganas de arrancar el año, y la vida comienza a calentar motores, pero tampoco pasa nada.
En marzo el ciclo lectivo empieza a marcar el pulso de la ciudad y mientras las familias se acomodan a los nuevos horarios, se va consolidando la bienaventurada rutina.


 Entre una cosa y la otra me pone de muy mal humor que hasta abril el mundo esté en piloto automático mientras la gente se sigue sacando vitel toné y garrapiñadas de entre los dientes.
Mayo y junio son meses bien plantados, pujantes, prometedores, hasta que julio le pone freno por un ratito y la gente cae en la cuenta de que medio año ya desapareció, entonces llegan agosto, septiembre y octubre, el trío de la superproducción, donde todo está por hacerse y el levantamiento de la temperatura se suma a esto para que sean meses intensos y geniales, llenos de todo. En el trabajo, en el estudio, en la familia, en los compromisos sociales, en las programaciones culturales y en las reuniones de amigos, en esos meses, todo tiene lugar y nos vamos cansando para empezar a pedir que se termine el año.


 Entonces llega noviembre con su cara de “paciencia que ya estamos” y llena de navidad las vidrieras con una increíble capacidad de hacer que estemos convencidos de que es la recta final, pero todavía quedan dos meses, que es ni más ni menos que un sexto del año!


Todos nos preocupamos mucho por saber cómo cerrar las puertas que fuimos abriendo y corremos desorientados a lo largo y a lo ancho del calendario hasta que diciembre nos recibe con su voz cansada para contarnos que ya es demasiado tarde para un montón de cosas. Los feriados se acomodan en este mes para confirmar que el que no se escondió, se embromó… todo lo que haya que hacer, tendrá que esperar, en todos lados la gente estará pensando en sus vacaciones, en bajar la persiana, en dar el portazo y toooooodo lo que no haya sucedido, problema del año que viene (que empezará otra vez… más o menos, cuando lo dejemos empezar.)



No entiendo cuándo empieza el año, pero estoy segura de que no lo dejamos emerger con facilidad.


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