No entiendo las raíces



No soy exactamente una persona estándar… que se yo… Soy producto de mis vínculos, como todos, pero me ocupe de que mis vínculos sean bien variaditos. Me gusta pensar que mis raíces se nutren de muchas cosas.
Cuando ni una jaula puede limitar a tus raíces

Alguna vez leí esa frase que dice:

... y algo de eso hay, ninguno de ambos es verdaderamente bueno sin el otro. 
De eso se trata la vida.

Quizás sea necesario pensar en cablear una raíz lo suficiente como para permitir que el despliegue de alas esté cargado de elecciones basadas en conocimientos adquiridos y experiencias ajenas. Quizás sea fundamental conocer la multiplicidad de tipos de raíces para saber cual queremos desarrollar.
¿Como seria pensarnos como seres con raíces pivotantes? ¿O tuberosa? ¿O quizás como bulbo? Yo elijo las raíces rizomáticas, pero tal vez hay gente que necesita que sus raíces sean como las de un clavel del aire, o como las de un camalote.

En función de esas raíces que se construyan, devenirán las alas, algunas serán alas majestuosas como las de águilas, coloridas como las de pavo real, delicadas como las de las mariposas, resbalosas como las de los pingüinos. Lo importante es que en todos los casos, el tipo de anclaje y el tipo de vuelo, estén mediados por la libertad de poder elegirlos, y alejados de la sensación de que son caminos inevitables, dados o rígidos.

Esta publicación forma parte del proyecto “30 días de escribirme”, propuesto por el blog escribir.me (todos invitados a jugar!) 
Día 21: “Estas son mis raíces”


No hay comentarios:

Publicar un comentario