No entiendo las mañanas




Alguien diría de mis mañanas: 
Otra vez abrió los ojos con calma y los posó en la rítmica enredadera de la pared que asomaba a su ventana, manoteó torpemente el teléfono y comprobó el horario horrorizada mientras saltaba de la cama y mantenía precario equilibrio al bajar la escalera. Cepilló enérgicamente sus dientes y simbólicamente su cabello. Mientras circulaba, incorporó las prendas de vestir que la noche anterior había dejado listas sobre la mesa de luz. Arrancó las llaves del colgador y renegó con las tres cerraduras que la separaban del mundo exterior. Ya estaba en órbita, una vez más.


Mi ventana

Y son tantas las cosas que no les entiendo a las mañanas que esta vez, será un compiladito de noentienditos. Algunas cosas que no entiendo de mis mañanas...

No entiendo como viví tanto tiempo sin ventana
Desde la cama, la ventana deja ver la enredadera que se extiende a lo largo de la pared del vecino. Es la última imagen que me guardo antes de dormir, y la primera que colecto al despertar. Hace poco que tengo esa ventana, y no dejo de mirar el cielo. No es que antes no tuviera, es que la de mi dormitorio anterior tenia persiana, y por alguna razón antes de dormir la bajábamos y no era posible ver a través al despertar.

No entiendo a los que se bañan de mañana
Primero no entiendo que no quieran bañarse de noche, con lo lindo que es irse a dormir limpito y renovado, pero después no entiendo que quieran empezar el día a los baldazos, y menos que menos lo entiendo en invierno.

No entiendo a la gente que desayuna
Se me hace imposible pensar en comer apenas me levanto. Dormida y torpe, circulo por la casa juntando los objetos que me acompañaran en la rutina y tras los rituales higiénicos básicos, salgo corriendo al lugar que sea, al que seguro estoy llegando tarde, y será a media mañana cuando un apetito voraz me invada ineludiblemente.

No entiendo a los que tienen complejas rutinas mañaneras
Con lo lindo que es dormir, no me cabe en la cabeza resignar un solo minuto de sueño por hacer nada. Imposible lograr que me levante de alguna forma que no sea "porque ya no queda otra opción", 

Esta publicación forma parte del proyecto “30 días de escribirme”, propuesto por el blog escribir.me (todos invitados a jugar!) 
Día 19: Describí tus rituales matutinos en tercera persona


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